viernes, 9 de diciembre de 2016

Cinco meses después el hostigamiento laboral comenzó contra la profesora,

Denuncian irregulares de supervisión escolar

Desvío de recursos, instalaciones precarias y en riesgo de colapsar, agresiones físicas, amenazas y violación a los derechos humanos al personal docente y padres de familia, son algunas de las acusaciones contra la supervisora escolar de la zona p 208, Liliana Cecilia González Venegas y el director de la escuela Carmen Armenta, José Andrés Genis Vargas.

La supervisión escolar es un departamento de lujo, cuenta con cuatro oficinas, una mesa bastante amplia, baño con loseta, cocina integral con refrigerador, antecomedor, horno de microondas, alacena, bodega, estacionamiento exclusivo y sistema de televisión de paga, entre otras comodidades, nada que ver con una oficina de un centro educativo.

Cansados de las arbitrariedades de dichas autoridades escolares, padres de familia, representados por las mesas directivas iniciaron hace dos años una  denuncia pública de las irregularidades que se presentan en la institución; sin embargo, el problema lejos de resolverse, ha generado un ambiente de inseguridad, confrontación y violencia psicológica.

Una de las profesoras que se atrevió a exponer las irregularidades, aún con temor a represalias, fue Eva López Zarate, quien el pasado 6 de junio de 2015 recurrió al Sistema de Atención Mexiquense para denunciar al director Genis Vargas por mal servicio e ingresar personas ajenas al plantel educativo con número de folio 0558220151736.

Cinco meses después el hostigamiento laboral comenzó contra la profesora, quien mantuvo su denuncia y se solidarizó con la mesa directiva vigente que exige una auditoria a la institución por malversación de fondos; motivos por los cuales fue puesta a disposición sin un documento oficial que lo avale.

“Esta escuela lleva trabajando 30 años, desde hace 25 está al frente Genis Vargas, quien al verse cobijado por la supervisora escolar simplemente maneja a su antojo los recursos y mantiene al señor Rigoberto Macedo Cruz “amigo personal” en el interior de la escuela, cuando este es ajeno a la misma; la autoridad estatal competente determinó que este sujeto tiene estrictamente prohibido ingresar a la escuela; pero desobedecen tal mandato”.

“Cuando yo insisto en mi denuncia, el hostigamiento laboral se hizo más evidente, el 7 de junio de 2016, una madre de familia denunció a un profesor de esta escuela por tocamientos a su hija, se levantó una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) con el número de averiguación 332840970082616; pero tanto el director como la supervisora se valieron de estos dichos para prohibirme el ingreso a la escuela, aún cuando no hay un oficio que determine mi destitución. Llevo en esta primaria 25 años ofreciendo mi servicio”, puntualizó.

A esta denuncia se suma la de una madre de familia que por temor a represalias solicitó guardar el anonimato: “el pasado 7 de octubre acudí con mi madre a la escuela a pagar el servicio de conserjería, en el interior nos dimos cuenta que el “amigo personal” Rigoberto se encontraba en las oficinas; por lo que la reacción del director fue corrernos pero a golpes, situación que comprometió mi embarazo de 30 semanas, el riesgo de tener un parto prematuro aún está latente por lo que debo guardar reposo”, narró con lágrimas en los ojos, tomó un suspiro e informó que el número de averiguación ante la PGJEM es nez/nez/nez 026090663/16/40.

Cabe destacar que las denuncias también fueron enviadas a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, a fin de salvaguardar las garantías individuales tanto de la profesora como de los padres de familia víctimas de agresión por parte de las autoridades escolares.

Con respecto a los desvíos de recursos, los padres de familia exigen que se realice una auditoria a la institución, toda vez que en el ciclo escolar 2004-2005, esta primaria estuvo inscrita al programa Escuela de calidad motivo por el cual recibió 100 mil pesos para mejorar la infraestructura; a estos recursos se suman los ingresos que obtuvo la supervisora por organizar rifas, quermés y cuotas para servicios; sin embargo, el centro educativo tiene bardas, jardineras y techos apunto de colapsar, lo cual representa un riesgo latente para los alumnos.

 “Tenemos miedo a que nos repriman y lastimen a nuestros pequeñitos; pero ya no nos quedaremos callados, hacemos un llamado a la autoridad escolar estatal y al señor Gobernador, Eruviel Ávila Villegas que intervenga, ponga un alto a los actos de corrupción y arbitrariedad por parte del director y la subdirectora, de lo contrario lo hacemos responsables de lo que en este centro educativo suceda”, concluyeron las víctimas.
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